Hablamos de coche rayado cuando este, sufre un pequeño incidente que afecta al aspecto estético y que, por tanto, con un poco de habilidad podemos solventar nosotros mismos sin pasar por taller.

Primero de todo, debemos aprender a valorar el grado del arañazo; hay que tener en cuenta la profundidad de este y en función de ella, escogeremos el método de reparación. Hay cuatro grados de profundidad para clasificar una rayada en el coche:

• Muy profunda

• Profunda

• Poco profunda

• Superficial

Esta última, es una ligera marca que no suele afectar a la pintura, sino que, el rastro que queda suele ser del roce de un objeto. Se comprobará al pasar la mano y no apreciar ningún surco.

Las tres primeras, sí que afectan a la pintura e incluso a otras capas de esta; en función del surco e incluso a simple vista, sabremos a qué grado de arañazo nos enfrentamos.
Entre un arañazo profundo y muy profundo hay poca diferencia, pero, en los dos casos, puede acompañarse con una deformación del metal. La profundidad del surco nos ayudará a determinar su categoría, pero, en todo caso, el metal del coche podría empezar a oxidarse.
En el caso de un coche rayado “Muy profundo” no hay error en qué se han agredido todas las capas de pintura y que la corrosión del acero será inevitable.

Tenemos, por tanto, un vehículo arañado al cual queremos devolver a su estado original sin gastar mucho dinero; hemos identificado el tipo de rayado que ha recibido y solo queda ponerse manos a la obra.

Roce superficial

• Usando un paño y desengrasante, frotamos la superficie sin insistir en exceso.

Si aun así, el roce no desaparece o la pintura no se ve con el acabado esperado, podemos pulir y abrillantar usando productos específicos para ellos.

Poco profundo

• Iniciamos siempre limpiando la zona de trabajo con un desengrasante adecuado.
• En este caso, debemos proteger los elementos del coche que puedan dañarse debido a las operaciones que efectuaremos.
• Pulimos y abrillantamos la zona con productos específicos para el proceso.
• Limpiamos de nuevo para eliminar el residuo.

Y si continúa apreciándose el arañazo tras el proceso, deberemos rebajar de forma más eficaz con un lijado más fino.

Arañazo profundo y muy profundo

El proceso para estos casos no se aleja mucho del anterior, pero, puede que debamos dedicarle más tiempo para conseguir un resultado óptimo.

• Como anteriormente, limpiaremos la zona de trabajo con el producto pertinente.
• Protegeremos o incluso, desmontaremos, los elementos que puedan dañarse durante el proceso.
• Lijaremos la zona para rebajar el surco o eliminarlo totalmente. En el caso de que fuese necesario, debemos advertir si hay óxido y en caso afirmativo, deberemos lijarlo o cepillarlo con una herramienta de giro radial.

Si después de lijar, no ha desaparecido el surco, prepararemos el fondo, un proceso que para un particular puede ser más complicado por la dificultad en comparación a los procesos anteriores, pero, no imposible. Imprimaremos, limpiaremos y enmasillaremos con una masilla de relleno; se lija la masilla, se enmascara y apareja. Se lija el aparejo, enmascaramos de nuevo y pintamos el revestimiento.

Cómo podéis comprobar, el proceso lleva tiempo; Debemos ser pacientes y seguir las recomendaciones del fabricante de cada producto. Por eso, para casos como estos, recomendamos visitar el taller, sobre todo si no eres muy habilidoso en procesos tan manuales o es la primera vez que te encuentras con una reparación así.

Consejo extra

En el caso que sea una pieza de plástico la que sufra el arañazo, en algunos casos se puede seguir el mismo proceso de limpieza-lijado que hemos comentado anteriormente. Para ello, hay que tener en cuenta que debe usarse producto específico para plásticos y que el lijado, debe realizarse con más cuidado.

En conclusión, se entiende que los arañazos en el vehículo pueden ser algo común y que, aprender a solventar los más superficiales, puede ahorrarnos una visita al taller y un gasto con el que no contamos. Aún así, son procesos que un profesional realizará de forma más eficaz y adecuada; ya sea por su conocimiento, como por sus herramientas y productos. Por eso, aunque os animamos a aprender a corregir estas pequeñas marcas, recomendamos que visitéis al mecánico y aprovechéis para hacer una pequeña revisión del vehículo.