Ya han caído las primeras nevadas y es habitual, para estos tiempos, que muchos decidamos realizar escapadas para disfrutar de la nieve, pero, estos días de ocio podrían verse afectados si no llevamos o no sabemos poner las cadenas adecuadamente.
En algún momento del tramo en el que circulemos, el coche podría patinar o simplemente, nos podrían prohibir el paso sin el uso de estas así que, recomendamos llevarlas en el maletero y usarlas cuando sea necesario. Recuerda que deben ser compatibles con la medida de tus neumáticos.
Cómo colocarlas
Hay tres tipos de cadenas y a efectos prácticos, el sistema viene a ser el mismo: cubrir las ruedas motrices; La mayoría de los coches son de tracción delantera, aunque mejor echarle un vistazo al manual del vehículo. Aún así, no todas son fáciles de colocar y por eso, recomendamos primero practicar en casa, sin prisas y es que, cuando vivamos la situación en que nos toque ponerlas, el tiempo y seguramente la iluminación, no jugarán a favor.
Cadenas de tela
Las más rápidas de poner. Viene a ser una funda de nailon para los neumáticos. Primero, deberemos desenrollarlas para verificar si las montamos en el sentido correcto y luego, enfundaremos la rueda primero por la parte superior, acoplándola a la banda de rodadura.
Para la parte inferior del neumático, será necesario desplazar el coche unos pocos centímetros para que pise la funda y podamos acabar el trabajo.
Una vez colocadas, en cuanto iniciemos la marcha se acabarán de ajustar. En cuanto ya no encontremos nieve en el trayecto, será imprescindible quitarlas ya que en pocos metros se deshacen.
Cadenas metálicas
Aunque son las tradicionales por su eficacia, también son las menos prácticas a la hora de montar. Deberemos estirarlas para comprobar que no se han enrollado y el cable de acero, pasarlo por detrás de la rueda y enganchar el mecanismo.
Estiraremos la cadena sobre la banda de rodadura y, igual que el caso anterior, desplazaremos el vehículo unos centímetros para que pise los eslabones y podamos acabar de cubrirlo.
Una vez colocado, enlazamos los enganches y tensores y tendremos que tener en cuenta si estos son automáticos o no. Si lo son, se ajustan a la rueda al iniciar la marcha y si no, deberemos hacerlo manualmente, por tanto, deberemos conducir unos metros para que se coloquen bien, y volver a bajar para ya tensarlas.
Cadenas mixtas
La facilidad de montaje de las cadenas de tela, combinado con la eficacia sobre la nieve que nos proporcionan las de eslabones; las cadenas mixtas son un acierto seguro, aunque también, las más caras.
De igual manera que las anteriores, se estiran para comprobar que no hay nudos y, el aro que en este caso es de nailon, se colocará por detrás de la rueda. Se extiende la cadena por la banda de rodadura del neumático y, la diferencia está en que no llevan tensores si no que, una parte de tela como las primeras que nos facilitará la colocación.
Necesitaremos desplazar un poco el vehículo para poder situarlo sobre los eslabones y acabar de ajustar las cadenas y, una vez acabado, la parte textil se acabará de ajustar en cuanto se inicie la marcha. Igual que en casos anteriores, en cuanto ya no haya nieve, deberemos quitar cuanto antes las cadenas paras que no dañen la goma del neumático.
Como verás, poner las cadenas es más una cuestión de práctica que de dificultad, muchos sufrimos por que llegue el momento en que tengamos que usarlas, pero, si nos anticipamos a las situaciones y practicamos tranquilos en casa, seguro que lo resolveremos con éxito.
Aún así, siempre que las condiciones meteorológicas no sean adecuadas para desplazarse en vehículo, recomendamos que se eviten los trayectos innecesarios.
Y no olvides conducir con precaución: Modera la velocidad y conduce con marchas largas para no perder tracción. Usa el freno motor y solo el freno de servicio cuando no haya más remedio.
Y por supuesto, antes de cualquier salida larga y más, con una previsión complicada, recomendamos una visita al taller de confianza para asegurar que el vehículo esté en óptimas condiciones.
