En esta época de verano, el transporte privado sigue siendo uno de los más usados para desplazarse en vacaciones, pero, la diferencia para este año es la importante subida en el precio del combustible.
Aunque hoy en día, los motores son más pequeños gracias a la reducción de cilindros, y permiten ahorrar el consumo de gasolina; a causa también de la evolución del sistema de combustión; los bolsillos de los usuarios sufren el incremento de esta. El litro de gasolina supera los 2 euros en la mayoría de estaciones de servicio, y este es variable día sí, día también. Ante la incertidumbre del precio, hoy brindamos unos consejos para poder reducir su consumo.
1. Planifica con antelación la ruta
Puede parecer el consejo más obvio, pero, planificar el viaje con antelación no solo nos permitirá programar las paradas, sino, prever dónde las haremos. Definir la ruta nos puede ahorrar hasta un 14% de combustible; alargar el recorrido 10 minutos en un trayecto de una hora, puede aumentar el consumo.
2. Conduce con anticipación
El motor puede hacer un esfuerzo extra y, por tanto, un mayor consumo frente a las repentinas aceleraciones o frenadas. Por eso, se aconseja una conducción suave que nos permita anticipar el uso del freno.
El uso del freno del motor puede ayudarnos a reducir un 2% del consumo y lo único que debemos hacer, es soltar el acelerador para detener el suministro de combustible. Para poder usar esta práctica, es importante mantener una distancia de seguridad adecuada y mantener el campo de visión amplio.
Usar las bajadas, para aprovechar la inercia y adelantar el cambio de marchas, también es una manera de ahorrar. En las subidas, en cambio, aconsejamos retrasar la reducción de marcha, apretando el acelerador, pero, sin pisar a fondo.
Recordamos que el uso de marchas largas y a bajas revoluciones, ayuda a gestionar mejor el combustible. La primera, debería usarse solo para el inicio del trayecto y, cambiar a segunda a los pocos segundos de conducción. Esto último, si se suma a no pisar el acelerador al arrancar el motor, nos puede facilitar el ahorro de combustible.
3. Mantener una velocidad uniforme
Buscar una conducción fluida, con movimientos y cambios de ritmo suaves, nos ayudará a mantener una velocidad uniforme.
Con el objetivo de mantenerla y tener una conducción flexible, lo ideal, es usar el control de velocidad de crucero, que permite regular y mantener el control de esta, pudiendo incluso marcar un límite, ligeramente inferior para no forzar el motor.
En el caso de no disponer de esta, debemos evitar acelerar, frenar y cambiar las marchas si no es necesario.
4. No mantengas el motor encendido
Parece una obviedad, pero esta práctica se lleva a cabo habitualmente: Es recomendable apagar el vehículo incluso cuando las paradas son cortas. Tener el motor al ralentí sigue consumiendo.
5. Haz un buen uso del aire acondicionado
Aunque el uso del aire acondicionado no es esencial para el funcionamiento del vehículo, sabemos que se usa a diario en los trayectos de esta época del año, pero, es el sistema que más energía consume.
Para no evitar totalmente su uso, aconsejamos ponerlo a una temperatura óptima, no muy frío, para que no se gaste más energía y combustible del necesario (Ideal 5 °C menos que la temperatura exterior).
Es importante saber que, es determinante recurrir al aire acondicionado, solo cuando sea necesario; recordamos que este es efectivo pasados unos minutos, por lo que no es necesario ponerlo al máximo al arrancar.
Una situación en las que no es necesario, es si la circulación es por dentro de ciudad; siempre que sea seguro, se recomienda bajar las ventanillas. Estas, en cambio, no deben bajarse al circular por autopista, ya que provocan que el habitáculo se llene de aire y, por tanto, el motor deba contrarrestar la resistencia. En consecuencia, un mayor consumo de combustible está asegurado.
6. Comprueba la presión de los neumáticos.
Por último, y de los aspectos más importantes a tener en cuenta, mantener la presión indicada según el fabricante en los neumáticos. Hay que tener en cuenta que, en viajes en los que el coche va a ir muy cargado, se debe aumentar la presión de las ruedas.
No llevarlos en su estado óptimo, aumentará la resistencia a la rodadura y el vehículo consumirá más, entre un 2-4% en función de si es área urbana o interurbana.
Cómo ves, hay muchas maneras de poder ahorrar combustible y una de ellas, que se ha ido repitiendo, es circular de forma segura; no solo a través de la conducción anticipada, también manteniendo el vehículo en buenas condiciones. Es por eso, que antes de un trayecto largo o de salir de vacaciones, pasar la ITV o por una revisión, permitirá controlar la seguridad del coche, sus emisiones y, por tanto, su consumo.